Encontrar un espacio no tradicional para montar C. Rojas (llámese a todo lo que no es sala de teatro) ha comenzado desde esta semana.
Visitamos Maestranza y un sitio abandonado a las afueras de Buín.
La ruina por la ruina, siempre un encuentro violento y a la vez conmovedor.
La intervención que ya porta cada uno de estos espacios es un bagaje que abruma: uno por su magnitud (escala), el otro por su cercanía con la carretera. Un ir y venir interminable de camiones.
Es interesante conservar el registro: Aquí estuvimos, aquí habitó C. Rojas por unos segundos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario