Intervenir el Espacio con un bosque

Si bien parece una tarea demasiado lejana, el poder crear un bosque en escena y no precisamente de papel maché, puede extraerse de la poesía del texto, la evocación e invocación de sonidos en escena que pueden aportar a la aparición de un lugar totalmente ajeno a la ciudad. Esos espacios que permiten ese traslado, ya sea por luces y sombras, todos ellos pueden ser considerados como bosques en los que es factible perder el rumbo original.